Aunque la lactancia materna es el alimento
natural de nuestra especie al principio de nuestra vida, hay muchos mitos
alrededor que pueden dificultar su comienzo. Aquí os dejo unos cuantos bastante
frecuentes. Recuerda, que si tienes alguna dificultad con la lactancia, antes
de abandonar, es recomendable que contactes con alguna profesional que te pueda
asesorar. Dar el pecho no es sólo alimentar.
·
Hay madres
que no producen suficiente leche: Muy pocas
veces, esto es cierto, tan sólo si la madre tiene problemas de tiroides, está
operada del pecho (sobre todo operaciones de reducción mamaria) o hay un
verdadero problema físico en sus glándulas mamarias. Y esto representa a un 3%
de las mujeres, con lo que es prácticamente imposible que una madre no sea
capaz de producir leche.
Otra cuestión es que no se deje que el bebé
mame a demanda, es decir, dejarlo que tome pecho todas las veces que lo
necesite, ya que de esta forma controla la cantidad de leche que debe producir
su madre.
·
La madre que
amamanta debe tener una dieta especial y restringir ciertos alimentos ya que
estropean la leche o producen gases al bebé: Ningún
alimento está contraindicado para la lactancia. Aunque es cierto que modifican
el sabor de la leche, esto no es un problema, sino un beneficio, ya que el bebé
se acostumbra a diferentes sabores, facilitando la introducción de nuevos
alimentos. Algunas sustancias, como el
café y el té deben limitarse pues la cafeína y teíta sí pasan a la leche.
En cuanto a los gases, ningún tipo de
alimento hace que la leche contenga gas.
·
Algunas
mujeres producen leche de mala calidad y por eso el bebé no aumenta bien de
peso: Se ha
comprobado que incluso las madres desnutridas y que viven en situaciones de
pobreza y precariedad extremas producen leche materna de calidad. Aunque comas
mal y tu dieta no sea del todo equilibrada puedes estar tranquila, ya que las
células que se encargan de fabricar la leche se las arreglan para extraer de
las reservas maternas todo lo necesario para que no le falte de nada al bebé.
En la mayoría de casos de bajo peso del niño, la causa es o bien un consumo
insuficiente de leche materna o algún tipo de problema que el pediatra
solucionará.
·
Una mujer
tiene que beber leche para producir leche: Ningún otro
mamífero necesita tomar leche para producirla. Es muy frecuente escuchar que la
madre lactante debe aumentar el consumo de leche para hacer frente a una
demanda de calcio aumentada por la lactancia. Sin embargo, una dieta rica
saludable rica en verduras, frutas, cereales y proteínas es todo lo que una
madre necesita para nutrirse y producir leche. Es conveniente no aumentar el
consumo de lácteos más allá del habitual para la madre. De hecho, el calcio se
puede obtener de una gran variedad de fuentes no relacionadas con los lácteos,
como las verduras verdes, las semillas, los frutos secos y pescados como la
sardina y el salmón.
·
El niño debe
vaciar los dos pechos en cada toma: Es mejor que
el niño termine de tomar del primer pecho antes de ofrecer el segundo, aunque
esto signifique que rechace el segundo lado durante esa toma. La leche del
final de la toma es rica en grasas (aporta mayor cantidad de calorías) y se
obtiene gradualmente a medida que el niño va vaciando el pecho. Si se cambia al
niño de pecho antes de que este se vacíe, el bebé solo consumirá la primera
leche y no obtendrá el equilibrio natural entre la leche del principio y final
de toma, reduciendo el consumo de calorías. Esto puede resultar en
insatisfacción por parte del bebé, y puede ser una de las causas de baja
progresión de peso durante las primeras semanas.
·
Los bebés
amamantados no duermen bien durante las noches: Que los bebés duerman solos toda la noche es
una pretensión culturalmente aceptada, que en realidad difiere de las
necesidades nutricionales y psicológicas de los niños. Los bebés crecen a un
ritmo acelerado y, en la mayoría de ellos, el 25% de su consumo de leche se
produce durante la noche. Por otro lado, al ser inmaduros, los bebés tienen un
sueño superficial, que es un mecanismo protector de su sueño. En la naturaleza
todo tiene un sentido, y eso es lo mejor para los niños. A medida que el bebé
crece, se irá adaptando a la vida y no necesitará despertarse tan a menudo. De
todas formas, el bebé puede dormir cerca de su madre, así en el caso de que
despierte su hijo, ésta lo puede colocar junto a ella y darle de mamar acostada
y volver a dormir una vez que el niño haya terminado.
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La extracción de la leche materna es una
buena forma de saber cuánta leche tiene disponible la madre: No es una medida confiable. La cantidad de
leche que se extrae varía por muchos factores, pero, en general, el bebé que se
alimenta bien extrae más leche de la que su madre puede extraer
artificialmente.
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La baja
producción de leche se hereda: La
producción de leche no tiene nada que ver con la suerte o la herencia, sino que
tiene que ver con la frecuencia con la que se da de mamar al niño, y con la
posición de éste al hacerlo. No obstante, sí es importante reconocer que la
presencia de otra madre que no haya vivido una buena experiencia en el entorno
de una pareja lactante puede influir en la confianza de la madre,
disminuyéndola por culpa de comentarios desafortunados. Esto no ocurrirá si la
madre está bien informada.
·
Dar pecho a
demanda, genera niños dependientes y trastornos de pareja: El pecho a demanda es una necesidad de los
bebés. El bebé debe tener una relación de dependencia con su madre, porque la
cría humana es inmadura desde el punto de vista fisiológico y psicológico. Las
necesidades del bebé son muy intensas al principio, pero van disminuyendo con
el tiempo. Además, el trabajo en equipo que se realiza al cuidar de un recién
nacido puede unir a una pareja conforme aprenden a ser padres juntos.
·
El éxito de
la lactancia depende del tipo de parto, de la forma de los pezones y del tamaño
de los pechos: El éxito de
la lactancia está relacionado con la información y soporte que recibe la madre,
su confianza en sí misma, y la colocación frecuente y eficiente del bebé al
pecho. No tiene que ver con la forma de los pezones, tamaño de los pechos o
tipo de parto.
Los pechos pequeños amamantan tan bien como
los más grandes. La forma de los pezones en general no afecta la lactancia. Es
cierto que en algunas situaciones particulares, tales como pezones invertidos o
extremadamente grandes, se pueden tener más dificultades al principio, pero
pueden solucionarse con un adecuado apoyo profesional. Finalmente, el tipo de parto
la medicación que recibió la madre o incluso las complicaciones asociadas al
posparto pueden retrasar un poco el inicio de la lactancia, pero no tienen
ninguna influencia una vez ya se ha iniciado.
·
Los pezones doloridos
y grietas del pezón ocurren en mujeres con pieles delicadas, que no prepararon
sus pezones y en aquellas madres que tienen el bebé en el pecho por períodos
prolongados. Nada de esto
tiene ninguna base científica. Tanto los pezones doloridos como las grietas
ocurren en la misma proporción en mujeres con pieles delicadas como en las que
preparan los pezones. Tampoco el tiempo de succión tiene ninguna relación. Lo
que sí provoca dolor y grietas es un mal enganche del bebé. Es importante una
correcta colocación desde el principio. Otro de los motivos por los que pueden
doler los pezones es por infección.
·
Si empezaste
ya a incorporar suplementos, dejarás de producir leche. Una madre puede necesitar suplementar con
leche de fórmula por diversos motivos, el más común es la vuelta al trabajo.
Aunque esto no hace que la leche desaparezca por completo, es cierto que la producción
se reduce, pero la situación es reversible. Si el bebé vuelve a mamar durante
más tiempo, la producción de leche vuelve a aumentar.
Si incorporamos los suplementos durante el
primer mes, podemos confundir al bebé a la hora de abrir la boca para coger el
pecho y esto puede llegar a causar dolor durante la toma y que el bebé no
extraiga toda la leche que necesita. En este caso, se puede reducir
drásticamente la producción de leche. Pero también es reversible.
·
La lactancia
debe ser manejada por el adulto, se debe amamantar cada 2-3 horas quince
minutos de cada lado y dejando ese tiempo para que se llenen los pechos. Este concepto fue difundido durante mucho
tiempo (por lo que se sigue difundiendo aún hoy), sin embargo las
investigaciones científicas han demostrado que la lactancia restringida a
horario, está asociada al fracaso de la lactancia en un alto número de casos
por no respetar las necesidades biológicas de los bebés. Es un concepto ANTIGUO
que debiera ser desterrado. La lactancia es perfectamente controlada por las
necesidades del bebé quién sabe cuándo quiere y necesita mamar, si bien algunos
siguen un horario bastante fijo otros son más impredecibles y no piden a ritmo
fijo, todos lo hacen bien. El reloj apareció muchísimos años después que la
humanidad amamantara. También es el niño quien suelta el pecho cuando está
satisfecho. Por último los pechos femeninos no son depósitos de leche que el niño deba vaciar en las tomas,
solo son capaces de acumular un poco de leche, pero la mayor cantidad de lo que
el niño consume se produce en el momento mismo de la toma, mientras succiona.
·
Está usando
el pecho de chupete, y eso no está bien: Los
patrones de succión del niño varían de acuerdo con sus necesidades, de este
modo el niño muestra una succión nutritiva y otra de consuelo (que es la que no
está bien vista equivocadamente) Esto es porque el niño encuentra en el pecho
no solo el alimento que necesita, sino también el contacto y consuelo que es
tan importante como el alimento mismo, si el niño se siente solo, con miedo o
si simplemente necesita el cariño de su madre seguramente pida nuevamente el
pecho aunque hayan pasados pocos minutos de la última toma. El pecho no sólo es fuente de alimentación,
también lo es de consuelo y cariño, iguales de importantes para el desarrollo
del niño.
·
Hay mujeres
que tienen la leche aguada y no es buena para el bebé, porque no lo llena. Al comienzo de la toma todas las mujeres
tienen la leche con un color blancuzco transparente, eso es lo normal, sin
embargo al final de la toma podrán ver que es más cremosa. Ese es el color
normal de la leche humana y es excelente para los bebés tiene todo lo que
necesitan. Cada especie mamífera tiene sus propias características, por
ejemplo, la leche del canguro es rosada, la de la foca amarilla y la de la vaca
es blanca. Cada leche está diseñada para la cría que debe alimentar.
·
Algunos
niños son alérgicos a la leche materna. La
leche materna es la sustancia más natural y fisiológica que el niño pueda
ingerir. Si el bebé muestra signos de sensibilidad relacionadas con la
alimentación, en general se debe a alguna proteína ajena que ha logrado llegar
a la leche materna, y no a la leche materna en sí (es frecuente cuando la madre
aumenta el consumo de lácteos) Esto se remedia eliminando el posible este
alimento de la dieta de la madre por un tiempo.
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Dar el pecho
acostada aumenta el riesgo de infecciones de oídos. Dado que la leche materna es un fluido
vivo, lleno de células del sistema inmunológico, anticuerpos e
inmunoglobulinas, el bebé lactante tiene menos probabilidad de desarrollar
infecciones de oído independientemente de la postura que se utilice.
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La lactancia
materna demasiado frecuente, puede causar obesidad en el niño de adulto Los estudios científicos demuestran que los
niños amamantados auto controlan la ingesta de acuerdo con sus propias
necesidades, y es prácticamente nula la incidencia de obesidad. Es la
alimentación con fórmulas lácteas, y la introducción precoz de alimentos
complementarios la causa de que se vean afectados de obesidad al crecer, no la
lactancia natural.
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Si llora es
por hambre, y porque la leche de la madre no le alimenta. Lamentablemente es muy frecuente asociar el
llanto solo al hambre, esto es un error que conduce a la madre a suplementar
con biberón a su bebé, convencida de que su leche no le alimenta lo suficiente.
La realidad es que la única forma que tiene un bebé de comunicarse es con el
llanto, y no solo indica que tiene hambre, con el llanto también pide contacto,
consuelo, transmite miedos, insatisfacción, dolor, etc. Los padres aprenderán a
satisfacer sus necesidades y a interpretar el llanto de su bebé, que no solo
llora por hambre. La lactancia materna frecuentemente los calma, no solo porque
le brinda alimento, sino porque además le da al niño el contacto amoroso de su
madre, con su olor, su calor, sus latidos, su voz, su mirada. Amamantar, entonces
es mucho más que brindar el alimento ideal, y el bebé lo puede pedir con mayor
frecuencia que la sola necesidad de alimentarse. Entonces, si el bebé llora, la
madre intuitivamente ofrecerá el pecho, porque su hijo se calma, y no significa
de ningún modo baja producción. Por último si el bebé llora de hambre, lo que
está pidiendo es pecho de nuevo y no un biberón.
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