martes, 6 de mayo de 2014

Amamantar a un bebé adoptado



Hoy en día esta experiencia es aún poco conocida, pero cada vez son más las mamás adoptivas que quieren dar el pecho a sus bebés.
Es muy importante, antes de la llegada del bebé saber cuáles son las expectativas y razones por las que se quiere hacer una lactancia adoptiva. En la mayoría de los casos, no se llega a una lactancia materna exclusiva, pero facilita una experiencia de cercanía, donde es estimularán las hormonas (prolactina y oxitocina) que facilitarán el establecimiento del vínculo. Además, aunque la cantidad de leche producida no sea mucha, le  aportará al bebé sustancias únicas de la leche materna, los anticuerpos, que le protegerán al mismo tiempo que se le alimenta.




¿Cómo favorecemos la producción de la leche?


Evidentemente, una madre adoptiva no ha pasado por el embarazo, que prepara el cuerpo de la mujer para la lactancia. En algunos casos se usan diferentes medicamentos que fomentan el aumento de prolactina para acelerar el proceso, pero no es indispensable.  Tan sólo estimulando el pecho a través de la succión es posible conseguir que aparezca la leche. Pero el éxito de esta lactancia depende más del bebé que de la madre.  El pecho de cualquier mujer , frente a la succión, va a conseguir un aumento de la hormona prolactina, responsable de la producción de leche. Y también de la oxitocina, hormona responsable de la eyección de la leche. Y es el vaciamiento del pecho lo que va a hacer que la producción de leche aumente.  La clave, por lo tanto, es que el bebé, que probablemente haya sido alimentado con biberón durante semanas o meses, quiera iniciar la alimentación al pecho de la madre adoptiva. El volumen suplementado se va reduciendo a medida que la mujer aumenta su producción.



Si el bebé no quiere mamar inicialmente, es muy importante tener al bebé piel con piel el máximo tiempo posible y dejar que tenga acceso al pezón, sin forzar. Para alimentarlo, ponemos al bebé junto al pecho, con la sonda pegada al dedo. Esto le facilita el aprendizaje en la succión, que le ayudará a acoplarse al pecho. La mujer que induce la lactancia no experimenta los cambios en la mama propios del embarazo, por lo que el pezón puede irritarse fácilmente. Es importante conocer la técnica adecuada para evitar lesiones en el pezón, como grietas.



La mayoría de las mujeres que se inducen la lactancia han logrado amamantar a sus hij@s adoptiv@s aportándoles al menos el 50% de sus requerimientos de leche.Algunas incluso, han llegado a la lactancia exclusiva. Pero lo que todas ellas destacan de esta experiencia es la mayor cercanía con el bebé.


En resumen, la lactancia adoptiva es posible. Lo más importante es que el bebé mame, respetar sus tiempos sin forzarle, mucha piel con piel , la ayuda de un suplementador y MUCHA PACIENCIA.

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