lunes, 13 de octubre de 2014

Latancia Materna: Sus mitos y realidades.

Aunque la lactancia materna es el alimento natural de nuestra especie al principio de nuestra vida, hay muchos mitos alrededor que pueden dificultar su comienzo. Aquí os dejo unos cuantos bastante frecuentes. Recuerda, que si tienes alguna dificultad con la lactancia, antes de abandonar, es recomendable que contactes con alguna profesional que te pueda asesorar. Dar el pecho no es sólo alimentar.

· Hay madres que no producen suficiente leche: Muy pocas veces, esto es cierto, tan sólo si la madre tiene problemas de tiroides, está operada del pecho (sobre todo operaciones de reducción mamaria) o hay un verdadero problema físico en sus glándulas mamarias. Y esto representa a un 3% de las mujeres, con lo que es prácticamente imposible que una madre no sea capaz de producir leche.
Otra cuestión es que no se deje que el bebé mame a demanda, es decir, dejarlo que tome pecho todas las veces que lo necesite, ya que de esta forma controla la cantidad de leche que debe producir su madre.

· La madre que amamanta debe tener una dieta especial y restringir ciertos alimentos ya que estropean la leche o producen gases al bebé: Ningún alimento está contraindicado para la lactancia. Aunque es cierto que modifican el sabor de la leche, esto no es un problema, sino un beneficio, ya que el bebé se acostumbra a diferentes sabores, facilitando la introducción de nuevos alimentos.  Algunas sustancias, como el café y el té deben limitarse pues la cafeína y teíta sí pasan a la leche.  
En cuanto a los gases, ningún tipo de alimento hace que la leche contenga gas.

· Algunas mujeres producen leche de mala calidad y por eso el bebé no aumenta bien de peso: Se ha comprobado que incluso las madres desnutridas y que viven en situaciones de pobreza y precariedad extremas producen leche materna de calidad. Aunque comas mal y tu dieta no sea del todo equilibrada puedes estar tranquila, ya que las células que se encargan de fabricar la leche se las arreglan para extraer de las reservas maternas todo lo necesario para que no le falte de nada al bebé. En la mayoría de casos de bajo peso del niño, la causa es o bien un consumo insuficiente de leche materna o algún tipo de problema que el pediatra solucionará.

· Una mujer tiene que beber leche para producir leche: Ningún otro mamífero necesita tomar leche para producirla. Es muy frecuente escuchar que la madre lactante debe aumentar el consumo de leche para hacer frente a una demanda de calcio aumentada por la lactancia. Sin embargo, una dieta rica saludable rica en verduras, frutas, cereales y proteínas es todo lo que una madre necesita para nutrirse y producir leche. Es conveniente no aumentar el consumo de lácteos más allá del habitual para la madre. De hecho, el calcio se puede obtener de una gran variedad de fuentes no relacionadas con los lácteos, como las verduras verdes, las semillas, los frutos secos y pescados como la sardina y el salmón.


· El niño debe vaciar los dos pechos en cada toma: Es mejor que el niño termine de tomar del primer pecho antes de ofrecer el segundo, aunque esto signifique que rechace el segundo lado durante esa toma. La leche del final de la toma es rica en grasas (aporta mayor cantidad de calorías) y se obtiene gradualmente a medida que el niño va vaciando el pecho. Si se cambia al niño de pecho antes de que este se vacíe, el bebé solo consumirá la primera leche y no obtendrá el equilibrio natural entre la leche del principio y final de toma, reduciendo el consumo de calorías. Esto puede resultar en insatisfacción por parte del bebé, y puede ser una de las causas de baja progresión de peso durante las primeras semanas.

· Los bebés amamantados no duermen bien durante las noches: Que los bebés duerman solos toda la noche es una pretensión culturalmente aceptada, que en realidad difiere de las necesidades nutricionales y psicológicas de los niños. Los bebés crecen a un ritmo acelerado y, en la mayoría de ellos, el 25% de su consumo de leche se produce durante la noche. Por otro lado, al ser inmaduros, los bebés tienen un sueño superficial, que es un mecanismo protector de su sueño. En la naturaleza todo tiene un sentido, y eso es lo mejor para los niños. A medida que el bebé crece, se irá adaptando a la vida y no necesitará despertarse tan a menudo. De todas formas, el bebé puede dormir cerca de su madre, así en el caso de que despierte su hijo, ésta lo puede colocar junto a ella y darle de mamar acostada y volver a dormir una vez que el niño haya terminado.

·  La extracción de la leche materna es una buena forma de saber cuánta leche tiene disponible la madre: No es una medida confiable. La cantidad de leche que se extrae varía por muchos factores, pero, en general, el bebé que se alimenta bien extrae más leche de la que su madre puede extraer artificialmente.

· La baja producción de leche se hereda: La producción de leche no tiene nada que ver con la suerte o la herencia, sino que tiene que ver con la frecuencia con la que se da de mamar al niño, y con la posición de éste al hacerlo. No obstante, sí es importante reconocer que la presencia de otra madre que no haya vivido una buena experiencia en el entorno de una pareja lactante puede influir en la confianza de la madre, disminuyéndola por culpa de comentarios desafortunados. Esto no ocurrirá si la madre está bien informada.

· Dar pecho a demanda, genera niños dependientes y trastornos de pareja: El pecho a demanda es una necesidad de los bebés. El bebé debe tener una relación de dependencia con su madre, porque la cría humana es inmadura desde el punto de vista fisiológico y psicológico. Las necesidades del bebé son muy intensas al principio, pero van disminuyendo con el tiempo. Además, el trabajo en equipo que se realiza al cuidar de un recién nacido puede unir a una pareja conforme aprenden a ser padres juntos.

· El éxito de la lactancia depende del tipo de parto, de la forma de los pezones y del tamaño de los pechos: El éxito de la lactancia está relacionado con la información y soporte que recibe la madre, su confianza en sí misma, y la colocación frecuente y eficiente del bebé al pecho. No tiene que ver con la forma de los pezones, tamaño de los pechos o tipo de parto.
Los pechos pequeños amamantan tan bien como los más grandes. La forma de los pezones en general no afecta la lactancia. Es cierto que en algunas situaciones particulares, tales como pezones invertidos o extremadamente grandes, se pueden tener más dificultades al principio, pero pueden solucionarse con un adecuado apoyo profesional. Finalmente, el tipo de parto la medicación que recibió la madre o incluso las complicaciones asociadas al posparto pueden retrasar un poco el inicio de la lactancia, pero no tienen ninguna influencia una vez ya se ha iniciado.

· Los pezones doloridos y grietas del pezón ocurren en mujeres con pieles delicadas, que no prepararon sus pezones y en aquellas madres que tienen el bebé en el pecho por períodos prolongados. Nada de esto tiene ninguna base científica. Tanto los pezones doloridos como las grietas ocurren en la misma proporción en mujeres con pieles delicadas como en las que preparan los pezones. Tampoco el tiempo de succión tiene ninguna relación. Lo que sí provoca dolor y grietas es un mal enganche del bebé. Es importante una correcta colocación desde el principio. Otro de los motivos por los que pueden doler los pezones es por infección.

· Si empezaste ya a incorporar suplementos, dejarás de producir leche. Una madre puede necesitar suplementar con leche de fórmula por diversos motivos, el más común es la vuelta al trabajo. Aunque esto no hace que la leche desaparezca por completo, es cierto que la producción se reduce, pero la situación es reversible. Si el bebé vuelve a mamar durante más tiempo, la producción de leche vuelve a aumentar.
Si incorporamos los suplementos durante el primer mes, podemos confundir al bebé a la hora de abrir la boca para coger el pecho y esto puede llegar a causar dolor durante la toma y que el bebé no extraiga toda la leche que necesita. En este caso, se puede reducir drásticamente la producción de leche. Pero también es reversible.

· La lactancia debe ser manejada por el adulto, se debe amamantar cada 2-3 horas quince minutos de cada lado y dejando ese tiempo para que se llenen los pechos. Este concepto fue difundido durante mucho tiempo (por lo que se sigue difundiendo aún hoy), sin embargo las investigaciones científicas han demostrado que la lactancia restringida a horario, está asociada al fracaso de la lactancia en un alto número de casos por no respetar las necesidades biológicas de los bebés. Es un concepto ANTIGUO que debiera ser desterrado. La lactancia es perfectamente controlada por las necesidades del bebé quién sabe cuándo quiere y necesita mamar, si bien algunos siguen un horario bastante fijo otros son más impredecibles y no piden a ritmo fijo, todos lo hacen bien. El reloj apareció muchísimos años después que la humanidad amamantara. También es el niño quien suelta el pecho cuando está satisfecho. Por último los pechos femeninos no son depósitos  de leche que el niño deba vaciar en las tomas, solo son capaces de acumular un poco de leche, pero la mayor cantidad de lo que el niño consume se produce en el momento mismo de la toma, mientras succiona.

· Está usando el pecho de chupete, y eso no está bien: Los patrones de succión del niño varían de acuerdo con sus necesidades, de este modo el niño muestra una succión nutritiva y otra de consuelo (que es la que no está bien vista equivocadamente) Esto es porque el niño encuentra en el pecho no solo el alimento que necesita, sino también el contacto y consuelo que es tan importante como el alimento mismo, si el niño se siente solo, con miedo o si simplemente necesita el cariño de su madre seguramente pida nuevamente el pecho aunque hayan pasados pocos minutos de la última toma. El  pecho no sólo es fuente de alimentación, también lo es de consuelo y cariño, iguales de importantes para el desarrollo del niño.

· Hay mujeres que tienen la leche aguada y no es buena para el bebé, porque no lo llena. Al comienzo de la toma todas las mujeres tienen la leche con un color blancuzco transparente, eso es lo normal, sin embargo al final de la toma podrán ver que es más cremosa. Ese es el color normal de la leche humana y es excelente para los bebés tiene todo lo que necesitan. Cada especie mamífera tiene sus propias características, por ejemplo, la leche del canguro es rosada, la de la foca amarilla y la de la vaca es blanca. Cada leche está diseñada para la cría que debe alimentar. 

· Algunos niños son alérgicos a la leche materna. La leche materna es la sustancia más natural y fisiológica que el niño pueda ingerir. Si el bebé muestra signos de sensibilidad relacionadas con la alimentación, en general se debe a alguna proteína ajena que ha logrado llegar a la leche materna, y no a la leche materna en sí (es frecuente cuando la madre aumenta el consumo de lácteos) Esto se remedia eliminando el posible este alimento de la dieta de la madre por un tiempo.

· Dar el pecho acostada aumenta el riesgo de infecciones de oídos. Dado que la leche materna es un fluido vivo, lleno de células del sistema inmunológico, anticuerpos e inmunoglobulinas, el bebé lactante tiene menos probabilidad de desarrollar infecciones de oído independientemente de la postura que se utilice. 

· La lactancia materna demasiado frecuente, puede causar obesidad en el niño de adulto Los estudios científicos demuestran que los niños amamantados auto controlan la ingesta de acuerdo con sus propias necesidades, y  es prácticamente nula la incidencia de obesidad. Es la alimentación con fórmulas lácteas, y la introducción precoz de alimentos complementarios la causa de que se vean afectados de obesidad al crecer, no la lactancia natural. 

· Si llora es por hambre, y porque la leche de la madre no le alimenta. Lamentablemente es muy frecuente asociar el llanto solo al hambre, esto es un error que conduce a la madre a suplementar con biberón a su bebé, convencida de que su leche no le alimenta lo suficiente. La realidad es que la única forma que tiene un bebé de comunicarse es con el llanto, y no solo indica que tiene hambre, con el llanto también pide contacto, consuelo, transmite miedos, insatisfacción, dolor, etc. Los padres aprenderán a satisfacer sus necesidades y a interpretar el llanto de su bebé, que no solo llora por hambre. La lactancia materna frecuentemente los calma, no solo porque le brinda alimento, sino porque además le da al niño el contacto amoroso de su madre, con su olor, su calor, sus latidos, su voz, su mirada. Amamantar, entonces es mucho más que brindar el alimento ideal, y el bebé lo puede pedir con mayor frecuencia que la sola necesidad de alimentarse. Entonces, si el bebé llora, la madre intuitivamente ofrecerá el pecho, porque su hijo se calma, y no significa de ningún modo baja producción. Por último si el bebé llora de hambre, lo que está pidiendo es pecho de nuevo y no un biberón.






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