jueves, 9 de octubre de 2014

Crianza en Brazos

Estamos en la Semana Mundial de la Crianza en Brazos, la cual aporta grandes beneficios al bebé. Este tipo de crianza consiste en un contacto permanente y cercano con el bebé, en brazos directamente o en un portabebé.

La experiencia puede ser maravillosa, tanto para los padres y madres como, por supuesto, para el bebé ya que se siente más seguro y, por lo tanto, llora menos. El bebé no sólo necesita alimento físico, sino que también necesita alimento emocional y qué mejor que el contacto del cuerpo de su padre o madre para aportarle seguridad y calor. El calor, el olor y los latidos del corazón, le recuerdan a su estancia en el útero, calmándole y dándole seguridad. Pero no sólo esto, al tenerle tan cerquita, se interactúa más con él, recibe más caricias, sonrisas, y oye a sus padres hablar, repercutiendo positivamente en su desarrollo cerebral.  Y también ayudamos a que el bebé duerma mejor, ya que no tiene que despertarse para verificar que su cuidador sigue ahí. Ahora lo puede sentir sobre toda su piel.

Por todo esto, el vínculo afectivo que es estable es muy fuerte. Con esto no quiero decir que el bebé siempre va a querer ir en brazos, cuando pueda gatear o caminar, lo preferirá ya que le permiten explorar el mundo a su manera.

Otro de los beneficios que aporta es que se facilita la lactancia materna. Además de que el bebé está cerca del pecho y puede disponer de él en cualquier momento, esta cercanía hace que la madre esté más preparada hormonalmente para producir leche, su cuerpo reacciona antes ante las necesidades del bebé.  Y por otro lado, ayuda a aliviar los cólicos del lactante, ya que los bebés se sienten más tranquilos y reconfortados. Se recomienda coger al bebé boca abajo con la mano en su barriguita en el momento del cólico, incluso mecerlos un poco.

Además, la posición vertical ayuda a disminuir el reflujo si le cargamos al menos 30 minutos después de la toma.

Físicamente, mantenemos la postura fisiológica del bebe en forma de “C” que tiene en el útero, con sus piernas en posición de ranita. Y se reduce el riesgo de plagiocefalia (aplanamiento de la cabeza), que es frecuente en niños que pasan mucho tiempo tumbados.

Y si usamos un portabebés, además tendremos las dos manos libres para poder seguir haciendo nuestras tareas sin perder de vista a nuestro bebé.

Después de todo esto, no hace falta decir que para un bebé no hay mejor sitio en el mundo que los brazos de su madre y su padre. No necesita nada más para ser feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario